SEGUNDO DÍA EN LONDRES



Desayuno con cara de sueño y poco hambre.




A las ocho en punto todos preparados para salir, bueno, casi todos ¿dónde se han metido Isabel e Inés?

El metro de Londres está lleno de escaleras. Afortunadamente en Zaragoza tendremos tranvía.





El metro de Londres es como George Clooney: es viejo pero impresiona.




Un día como un queso, sin desperdicio. Habíamos reservado sol y buen tiempo y lo hemos tenido.

Aunque las explicaciones de María, nuestra guía, son interesantes, el trasnochar no perdona.
Siempre nos quedará Beatriz, atenta como una alumna del Ramón y Cajal.





Desde ayer Londres es mucho más hermoso.

Pero mucho más. Vamos, preciosísimo.

Comentarios